El contexto político español se ha visto modificado drásticamente en la última década. El escenario de competición partidista ha cambiado con la aparición de nuevos partidos políticos que, además, han conseguido representación institucional. De manera paralela, actitudes políticas que se observaban convencionalmente como variables de índole estructural, apenas sometidas a cambios, han comenzado a dar muestras de verse afectadas por nuevas dinámicas.  

El sistema partidista actual adolece de una mayor polarización, por lo que la formación de gobiernos es cada vez más difícil, lo que implica una creciente percepción negativa de los partidos políticos. Esta tendencia se relaciona además con el cambio en las actitudes políticas y las demandas sociales, aspecto visible, por ejemplo, en las exigencias de transparencia o democracia interna, así como de partidos políticos con la capacidad de llegar a acuerdos para formar gobierno y gobernar.

Las implicaciones de estos cambios en el contexto político son enormes. Se están desarrollando nuevas formas de participación política, así como iniciativas para dotar de una mayor transparencia a la política, en tanto en cuanto se trata de un requisito básico para la accountability.

En este nuevo escenario, la Ciencia Política se plantea el reto de encontrar explicaciones integradoras para los nuevos interrogantes.