El postpostneoliberalismo sudamericano: una mirada desde las políticas sociales y la relación Estado-mercado

Autor principal:
Nicolas Dvoskin (Katholische Universität Eichstätt - Ingolstadt)
Autores:
Mayra Bevegni (Universidad Católica Eichstätt - Ingolstadt)
Programa:
Sesión 8, Sesión 8
Día: viernes, 12 de julio de 2019
Hora: 11:00 a 12:45
Lugar: Aula 003A

Poco después del final del siglo XX el intelectual brasileño Emir Sader lanzó a debate un concepto sumamente polémico: el post-neoliberalismo, asumiendo que la era neoliberal en América Latina -y más precisamente en América del Sur- había llegado a su fin. La experiencia del “No al ALCA” de 2005, impulsada principalmente por los presidentes Chávez en Venezuela, Lula en Brasil y Kirchner en Argentina, más la expectativa de victoria de Evo Morales en Bolivia, daba a entender que América del Sur se encaminaba hacia procesos de resignificación de la democracia a partir de gobiernos que se decían a sí mismos populares, y que, con notorias diferencias entre sí, compartían no solo una mirada geopolítica sudamericanista sino una lectura crítica del neoliberalismo. La conceptualización de Sader y de gran parte de CLACSO, basada en gran medida en los éxitos económicos que vivieron estos países -así como los países sudamericanos en los que no hubo importantes cambios políticos, como Colombia o Perú-, permitió que se construya este concepto de post-neoliberalismo como una certeza de que los años neoliberales habían quedado atrás para siempre. El autor de este texto participó de ese consenso en sus primeros años como becario doctoral, entre 2011 y 2013, argumentando, en sus primeros textos sobre seguridad social y política social, que el postneoliberalismo venía a proponer una resignificación de la responsabilidad colectiva sobre las situaciones económicas y sociales individuales, y que en este sentido se relegitimaba la política pública como mecanismo para garantizar derechos sociales, otrora solo responsabilidad individual de los propios ciudadanos.

Una pregunta que surgía en aquel momento era si estos procesos eran solo una reacción a las crisis y catástrofes del neoliberalismo o si, por el contrario, tenían fundamentos propios. Es decir, si la legitimidad de estas nuevas políticas redistributivas, más o menos contestatarias del régimen económico global, se debía al asentamiento de bases de un orden nuevo o no. Y en este sentido es que surgían en algunos países -principalmente en Argentina y Brasil- comparaciones con el período pre-neoliberal. ¿Se trataba de un retorno a las políticas de industrialización sustitutiva, el Estado interventor y los sectores económicos principales mirando hacia el mercado interno, con la consecuente necesidad de salarios relativamente altos? ¿O se trataba de otra cosa? En algunos textos argumentamos lo segundo, pero principalmente desde argumentos políticos antes que económicos: el post-neoliberalismo coincidía con el neoliberalismo y disentía con el pre-neoliberalismo respecto a la búsqueda de homogeneidad social. Quizás como resignación, el post-neoliberalismo nunca se propuso la igualdad ni la homogeneidad, sino la inclusión, y la política social, a partir principalmente de transferencias condicionadas de ingresos, cumplió un rol muy importante. Esto refiere quizás a objetivos económicos menos pretenciosos, pero a una apertura política mucho mayor: si no tenemos que ser todos iguales, podemos permitir la diversidad. No es casual, entonces, que este haya sido el período de apertura en toda América Latina de reivindicaciones de pueblos originarios, feminismos y disidencias sexuales. Inclusión en la diversidad, antes que igualdad. Dependiendo del caso, se articularon demandas desde abajo -algunas de larga data- con impulsos desde los propios gobiernos.

Tal como sugiere el tema de este panel, estamos presenciando un giro conservador, que no es solo latinoamericano sino mundial. Este giro, cuya mayor expresión es el gobierno de Bolsonaro en Brasil, se legitima principalmente desde este combate a las diversidades y disidencias. Detrás de eso están presentes las reformas pro-mercado -ya implementadas en los nuevos gobiernos de Argentina y Ecuador, por ejemplo-, pero no queda del todo claro qué sucederá con las políticas sociales. Sí, todo parece indicar que hay un retorno, por lo menos en el plano simbólico, de las legitimidades neoliberales en lo que refiere a la auto-responsabilización individual. Jugando con los términos de Sader, nos proponemos preguntarnos por el post-post-neoliberalismo. ¿Existe? ¿Qué diferencias tiene con el primer neoliberalismo? O, en todo caso, ¿se mantiene en pie la hipótesis de que existió un primer post-neoliberalismo? En este trabajo, que es parte del marco teórico del proyecto de investigación posdoctoral que el autor lleva a cabo en la Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt, en Alemania, acerca del rol de la política social en la estructuración política y económica de América Latina en los años 60 y 70 del siglo pasado, nos proponemos pensar en el presente y en el futuro y preguntarnos qué rol cumple la política social, qué tipo de política social se legitima, y qué relación se está estableciendo entre la democracia política y los derechos sociales en la América del Sur de hoy.

Palabras clave: neoliberalismo, postneoliberalismo, Estado, política social, Estado de Bienestar