Durante la actual pandemia hemos asistido a una creciente campaña de desinformación del régimen de Pekín, negando sistemáticamente que el origen del coronavirus se encontrara en China, mientras que sostiene que el virus ya circulaba antes por otros países, o acusa al ejército estadounidense de introducirlo en los juegos militares de Wuhan en octubre de 2019. El gobierno chino además está también usando sus medios oficiales para difundir noticias falsas en varios idiomas sobre las campañas de vacunación en los países europeos, así está estableciendo de forma sensacionalista una causalidad sin fundamento científico entre las vacunas occidentales y las muertes en Europa, para promocionar de esta forma sus propias inoculaciones. Aunque la coyuntura de la pandemia ha puesto el foco internacional sobre las tácticas chinas, estos recientes ejemplos no constituyen ni mucho menos su estreno en la ejecución de maniobras desinformativas. Ya en su día China negó la existencia de los campos donde interna a la minoría uigur en Xinjiang, también hubo una campaña vinculada al régimen chino diseñada para desacreditar las protestas a favor de la democracia en Hong Kong, o la continua estrategia de desinformación que Pekín ha venido ejerciendo desde hace años en cuestiones relativas a sus pretensiones soberanistas sobre el Mar de China Meridional o Taiwán. 

Para abordar una de esas campañas desinformativas previas a la pandemia, la presente comunicación tiene como objetivo analizar cómo correlaciona en el caso de España la desinformación del gobierno de Pekín, con la propaganda su régimen, partiendo del concepto de “una China” plasmado en la declaración conjunta por la que el Reino de España y la República Popular de China establecieron relaciones diplomáticas oficiales en 1973. El estudio también expondrá cómo una propaganda cuya intencionalidad inicial era de consumo interno (內宣 nèi xuān), con la apertura del país hacia el exterior a principios de los 80, acabó instrumentalizándose en el exterior (大外宣 dà wài xuān) para defender las aspiraciones del régimen chino. Asimismo, se mostrarán los métodos que Pekín emplea en las distintas esferas de la sociedad española para transmitir y diseminar su desinformación, y los medios de los que se vale para ello. Se examinarán además el impacto y las consecuencias que estas maniobras del gigante asiático tienen en España, así como las acciones y reacciones que genera en los distintos actores del país europeo. Y finalmente la comunicación propondrá posibles enfoques con los que minimizar los efectos provocados por esta práctica que el gobierno chino lleva a cabo a la hora de implementar su política exterior.