Unas adecuadas instituciones generan incentivos para el buen gobierno, además de desarrollo económico y calidad democrática. Para ello, estas instituciones deben garantizar seguridad y predictibilidad en las relaciones sociales, adaptabilidad a los cambios de entorno, legitimidad y eficiencia estática o promoción de equilibrios eficientes. Desde la ciencia política se ha demostrado que, aunque el buen gobierno no son las instituciones estatales -el gobierno es sólo una parte de ellas-, no puede haber buen gobierno sin las estructuras institucionales adecuadas. Las instituciones obligan, definen lo que podemos esperar unos de otros, crean y aplican normas. Por todo ello, los estudios sobre calidad institucional son esenciales para conocer y, a partir de ahí, mejorar el funcionamiento de nuestras democracias. El objetivo principal de este grupo de trabajo es ofrecer resultados que evalúen la calidad institucional a partir de estudios sobre los marcos nacionales de integridad (National Integration Systems - NIS) u otros. Para conseguir el objetivo anterior, se esperan recibir ponencias que ofrezcan un análisis de la calidad institucional y su relación con la prevención de la corrupción. El grupo de trabajo será, por tanto, eminentemente aplicado, aunque una de las cuatro ponencias seleccionadas deberá ser de carácter conceptual o teórico, mostrando la relevancia del tema para la mejora de nuestras democracias.