A raíz de la crisis las medidas impopulares que han tenido que tomar buena parte de los gobiernos europeos han erosionado las bases de apoyo electoral de los partidos tradicionales,  han surgido  nuevas mayorías políticas y nuevas coaliciones de gobierno y han emergido nuevos partidos o partidos hasta entonces muy minoritarios han ganado apoyos. En países como Francia o el Reino Unido o Alemania o ha habido  alternancia política y/o han ganado peso el Frente Nacional, el UKIP o Alternativa por Alemania.    En los países del sur de Europa donde la crisis ha estado vinculada a sucesivos cambios de gobierno han surgido Syriza, Amanecer Dorado, Movimiento 5 Estrellas o Podemos.  Por otro lado, la crisis también ha tenido una dimensión territorial que ha favorecido el aumento de las demandas de autogobierno y, con ello, un creciente protagonismo de los partidos nacionalistas.  Este ha  sido el caso del SNP en Escocia o de CiU y ERC en Cataluña, pero se han producido situaciones parecidas, en el Véneto o en Córcega. Todo ello está provocando cambios en los sistemas de partidos europeos. Sin embargo las aproximaciones más habituales centradas en las clasificaciones tradicionales y  en la evolución los indicadores cuantitativos presentan serias limitaciones para explicar el cambio en los sistemas de partidos, como puso de manifiesto Mair (1997, 2006) quien era partidario volver la vista al concepto de sistema de partidos establecido por Sartori (1976), centrada en las formas de interacción entre los partidos y en cómo compiten los unos con los otros por el poder. Mair sostiene que lo relevante es la estructura de la competición por el control del ejecutivo,  una estructura que puede ser cerrada o abierta.  Se considera que una estructura  es cerrada cuando es previsible, cuando hay  poco o ningún cambio a lo largo del tiempo en las alternativas de gobierno o en los patrones de alternancia y los nuevos partidos, o cuando a lo partidos outsider les resulta virtualmente imposible acceder al gobierno. En cambio, una estructura es abierta cuando es poco predecible, cuando hay distintos patrones de alternancia, cuando hay variaciones en las opciones alternativas de gobierno y cuando los nuevos partidos lo tienen relativamente fácil para acceder al gobierno. La noción de apertura o cierre de la estructura de la competición permite superar la idea convencional de que el cambio en el sistema de partidos es muy dependiente del cambio electoral, si no exclusivo. Así, el hecho de separar el cambio electoral del cambio en el sistema de partidos hace posible plantear que este último se debe a otros factores  de entre los cuales Mair (2006) destaca los patrones y estrategias de competición y el comportamiento de las élites políticas. Este panel se propone analizar estas transformaciones en los sistemas de partidos partiendo de este marco lo que supone centrarse, preferentemente, en las actuaciones de los partidos políticos. De acuerdo con ello se dará preferencia a: a) Estudios de caso sobre los cambios de un sistema de partidos nacional o regional;  b) Estudios de caso centrados en el análisis de un solo partido, especialmente si se tratan de nuevos partidos o de partidos clave en la transformación de un sistema de partidos; c) Trabajos comparados sobre partidos o sistemas de partidos regionales o nacionales.