La principal amenaza que enfrentan las democracias en la actualidad proviene del retroceso democrático. Este fenómeno hace referencia al proceso de erosión de la calidad de las instituciones democráticas impulsado por parte de líderes autoritarios democráticamente electos. El retroceso democrático se distingue de las quiebras que caracterizaron el siglo pasado en al menos dos aspectos. Primero, el desmantelamiento de las instituciones no se produce abruptamente, sino de forma gradual. Y segundo, tiende a recurrirse al empleo de estrategias que tratan de mantener, en la medida de lo posible, una fachada de legalidad.

En la última década, esta clase de líderes han alcanzado el gobierno en distintos países de Latinoamérica. Sin embargo, solo algunos han conseguido erosionar de manera sustancial las instituciones democráticas. En este artículo se desarrolla una explicación de este fenómeno basada en la teoría de los jugadores con veto de Tsebelis. Partiendo de la premisa de que estos gobiernos buscan subvertir las bases del régimen democrático mediante el empleo de mecanismos legales, argumento que cuanto menor sea el número de jugadores con poder de veto, mayor capacidad tendrán para deteriorar la calidad de las instituciones democráticas.

Con el objetivo de comprobar la hipótesis, desarrollo un análisis comparado de los países de América Latina durante la última década. Para operacionalizar la calidad de la democracia, recurro a Varieties of Democracy (V-Dem), una base de datos elaborada a partir de la opinión de expertos que estudia la calidad de la democracia en el mundo desde 1789 hasta la actualidad. Esta base de datos nos permitirá analizar por separado el efecto de la variable independiente en las dimensiones constitutivas de la democracia moderna: electoral y liberal.