La crisis sanitaria generada por la COVID-19 no solo ha puesto de relieve que siguen existiendo importantes desigualdades de género en el ámbito económico, laboral o familiar, sino que hay constancia de que la pandemia ha afectado de diferente manera y con diferente intensidad a hombres y mujeres. En este contexto, es lógico suponer que mujeres y hombres tienen distintas necesidades inmediatas y expectativas, y en consecuencia, tendrán distintas percepciones y actitudes respecto a cuáles son en este momento los principales problemas sociales en los que el Estado debe intervenir, sobre cuáles han de ser las prioridades políticas y sobre cómo deben repartirse los recursos públicos para hacer frente a los efectos de la crisis.

En este sentido, el trabajo presentado parte de la hipótesis de que durante la pandemia se ha ampliado la brecha de género en las preferencias de política pública. La crisis sanitaria ha incidido negativamente en esferas básicas del sector público –como educación, sanidad o servicios sociales– donde la tasa de feminización del trabajo es elevada, ha intensificado las necesidades de cuidado de diversos grupos vulnerables, responsabilidad que recae principalmente en las mujeres, y ha provocado el crecimiento del desempleo y de la precariedad laboral, especialmente entre las mujeres. En consecuencia, es pertinente investigar si uno de los impactos de la emergencia sanitaria ha sido el aumento del apoyo por parte de las mujeres a la intervención pública en estas áreas esenciales así como el aumento de la demanda del gasto público destinado a financiar aquellas políticas sociales que les podrían beneficiar en esta situación.   

El objetivo de la ponencia es analizar la brecha de género en las preferencias de política pública durante la pandemia. Para ello, se estudian las disparidades en las preferencias de gasto público de mujeres y hombres en cinco políticas fundamentales del Estado de Bienestar que pueden contribuir a paliar la problemática originada por la crisis sanitaria: protección al desempleo, sanidad, educación, seguridad social y ayuda a personas dependientes. La finalidad es determinar si han aumentado las diferencias en las orientaciones y actitudes de ambos sexos hacia el gasto destinado a financiar estas políticas sociales tan importantes en la etapa actual.

La investigación empírica se fundamenta en el análisis de los datos demoscópicos correspondientes a los estudios anuales del CIS “Opinión Pública y Política Fiscal” realizados en los años 2019 y 2020, antes y durante la crisis de la Covid-19. Se pretende comparar las preferencias de gasto público de hombres y mujeres en ambas fechas para comprobar si ha aumentado, y en qué medida, la brecha de género durante la pandemia, a pesar de que se había ido reduciendo en los últimos años, y establecer si las diferencias en la demanda de gasto se producen en todas las políticas de bienestar analizadas, y en qué ámbitos son más amplias.