El virus de la Covid-19 ha marcado un antes y un después en el día a día de las personas, tanto en la esfera pública como en la privada. Tal ha sido la magnitud de los cambios, que la salud mental ha entrado por primera vez en la agenda política tras la publicación de la encuesta del CIS en febrero de 2021 sobre las consecuencias de la pandemia en la salud mental de los españoles y españolas.

Los datos revelan un impacto negativo y generalizado en la salud mental, y la necesidad de hacerles frente a través de políticas públicas. Sin embargo, las cifras de la encuesta revelan una significativa brecha de género: El número de mujeres que afirman haber tenido ataques de ansiedad, pánico o miedo, casi triplica la cifra de hombres. Sucede lo mismo con otras preguntas, por ejemplo a aquellas referidas a la preocupación, soledad y depresión. De hecho, la que recibió un mayor impacto en los medios de comunicación fue que el 52,8% de las mujeres afirmó haber llorado debido a la situación de la pandemia frente a un 16,9% de los hombres.

Así pues, este trabajo tiene por objetivo analizar los datos y resultados en perspectiva de género del barómetro del CIS de febrero de 2021 sobre la salud mental, relacionándolo con los trabajos remunerados y no remunerados de las mujeres durante los meses de pandemia.

Para conseguir dicho propósito, en primer lugar se hará un repaso bibliográfico sobre la feminización de los trabajos. Posteriormente, y atendiendo a la teoría, se contextualizará el papel de las mujeres en la pandemia a través de diversos informes de organismos oficiales sobre los porcentajes de los trabajos esenciales que ocuparon. Además, se recogerá información sobre los cuidados, el teletrabajo y la conciliación. A continuación, se analizará la encuesta del CIS en perspectiva de género. Finalmente, con los datos obtenidos se pretenderá relacionar los resultados de la encuesta con los trabajos remunerados y no remunerados de las mujeres en el contexto de la pandemia.

Con todo ello se persigue una lectura más amplia sobre posibles factores del deterioro de la salud mental de las mujeres según la encuesta del CIS desde el inicio de la pandemia. Así, se pretende también aportar al debate sobre la mejora del sistema público de salud mental la necesidad de atender a la brecha de género, y apuntar hacia soluciones de carácter transversal.