El aumento de la población de edad avanzada a nivel global representa un desafío significativo en términos de atención médica y bienestar para esta creciente demografía, al mismo tiempo que destaca la importancia de brindar apoyo a los cuidadores informales, quienes en su mayoría son mujeres. Estos cuidadores desempeñan un papel crucial en el cuidado de las personas mayores y en el mantenimiento de su calidad de vida. 

La literatura comparada sugiere que una estrategia prometedora para abordar esta creciente demanda de cuidados es la implementación de los llamados "technocare". Esto implica aprovechar la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas mayores y reducir la carga de trabajo de los cuidadores informales. Ejemplos de tecnologías que pueden ser útiles incluyen sistemas de teleasistencia, dispositivos de monitoreo de salud en el hogar y aplicaciones móviles que permiten el apoyo a distancia y la supervisión constante, lo que puede aliviar la presión sobre los cuidadores. 

Sin embargo, la inclusión de tecnologías digitales en las políticas sociales es un fenómeno relativamente reciente, y nos encontramos actualmente en una fase de transición hacia el uso de la tecnología en el cuidado de las personas mayores, lo que plantea diversos desafíos significativos. En primer lugar, la falta de recursos financieros y la infraestructura inadecuada pueden dificultar la implementación efectiva de estas tecnologías, especialmente en países y regiones rurales o con bajos recursos disponibles. Además, existe una brecha de género en lo que respecta a la capacitación y el acceso a la tecnología. Esto significa que las mujeres cuidadoras, que conforman la mayoría de este grupo, pueden enfrentar dificultades adicionales para utilizar eficazmente estas herramientas. 

La metodología utilizada es a través del diseño cualitativo de carácter exploratorio y descriptivo, que tiene por objeto indagar sobre la inclusión de la tecnología hacia los cuidados en las políticas sociales implementadas en el marco del envejecimiento de la población. Se revisarán fuentes secundarias, como literatura científica, libros, bases de datos y legislación relevante. Además, se llevará a cabo una búsqueda de literatura gris, incluyendo documentos gubernamentales y técnicos. 

La contribución principal de este artículo es poner de manifiesto las deficiencias de la política social en torno a los cuidados de las personas mayores y las cuidadores. Se busca lograr una reflexión integral sobre las políticas públicas necesarias para garantizar un cuidado de calidad y brindar apoyo a quienes desempeñan este papel crucial. Esto implica abordar los desafíos financieros, la brecha de género y la necesidad de una infraestructura adecuada para implementar eficazmente estas tecnologías así como el cambio de paradigma respecto a lo que conocemos como política social.